Bueno, por fin...El último cap. Muchas gracias a todas por leerme y por el apyo. ¡GRACIAS! y espero que os guste.
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Capítulo 108: ***NO NECESITO CORRER*** (Vivi)
Miré el reloj. Era la una del medio día. Teóricamente la fiesta de compromiso de Irae era a partir de las doce. O sea, había empezado hacía una hora.
Alcé la mano y un camarero se me acercó.
-¿Cosa desidera?-preguntó.
No entendía italiano, pero suponía que me preguntaba que qué quería.
-Quiero una Coca Cola.-dije en Inglés.
-¿Es de EEUU?
-No, soy alemana.
-¡Ya decía yo que lo parecía!-respondió esta vez en un inglés bastante bueno.
-Pues si parecía alemana ¿porqué me preguntas si soy estadounidense? ¿Acaso no te sacaste ni el graduado escolar y por eso estás aquí?
Fue a replicar pero me puse un dedo en la boca en señal de silencio.
-Como abras esa bocaza para decirme alguna grosería, ten en cuenta que mi novio está en el baño, mide casi dos metros y digamos que con solo soplar te rompe las costillas. Eso por no mencionar que pondré una queja en la hoja de reclamaciones y que probablemente te despedirán, por que digamos que tengo algo de influencia.
Se giró y fue dirección a la barra. Sonreí satisfecha. Hacía tiempo que no me comportaba como “una guarra”. Es decir, que no hacía alguna de las mías. Realmente no tenía tiempo, y echaba de menos esa sensación. Además...El echo de tener ya veinticinco años me había echo “madurar”. Bueno, eso, el echo de perder un bebé, un novio cabrón y casi haber muerto yo también.
Pero...No, realmente, no había “madurado” exactamente. Mas bien había vuelto a ser yo, eso si, pensando las cosas mil veces antes de hacerlas.
Con mi nuevo trabajo, andaba de un lado a otro. No viajaba tanto como siendo “Krise” o no tan lejos, ya que trabajaba en una compañía de baile, que actuaba en los diferentes teatros de Alemania. Rara vez salíamos de Alemania.
Eso le encantaba a mis padres. Así me tenían “cerca”. Después de beberme la Coca Cola volví a mirar el reloj. Era la una y media. Continuaba siendo pronto.
Sabía que estaba haciendo sufrir a mi niña, pero, eso era lo que quería. Cuanto mas tardase mas ganas tendría de verme. La conocía y se estaría poniendo muy y muy nerviosa. Seguro que hasta triste... Me mordí el labio y suspiré. No cambiaba. Ella no cambiaba, no conmigo. Y yo no quería cambiar con ella. Siempre seríamos igual. No quería que nuestra relación cambiase.
Lo que si habían cambiado muchas cosas en estos últimos años. Estando hospitalizada, Eli, la que fue mi mejor amiga desde la infancia me vino a ver. Después de casi dos años sin noticias la una de la otra. Realmente, yo había cambiado, y ella, y nada sería igual, pero hablamos y decidimos no dejar las cosas “mal”. Así que de vez en cuando quedábamos, cuando tenía algo de tiempo libre y estaba en Berlín.
Después de salir del hospital, fui a rehabilitación para poder volver a caminar. Me costó lo mío, pero, lo conseguí. Ira estaba destrozada. Yo no soportaba verla tan mal...A pesar que la quería para mi, que la quería a mi lado...Sabía que ella no sería feliz sin Luca...Así que terminé animándola a que fuese a buscarlo...
Y así estábamos. Cuatro años después y yo alargando el echo de tener que ir a su estúpida fiesta de compromiso... Vale, me alegraba que fuera feliz...Pero...¿Casarse? Eso querría decir que le pertenecería a Luca...Y no a mí. Y eso me reventaba. No, no podía permitirlo...¡Era mi Ira! ¿Se la iba a poner en bandeja sin mas al italianucho?
Pagué y comencé a caminar. No podía comprometerse aun. Tenía que hablar con ella. Tenía que hacerla cambiar de idea... Encendí mi teléfono. Tenía miles de llamadas. De mis padres, de Ira, de Yu... Enseguida volvió a sonar.
-¿Si?
-¡¿Cómo que si?! ¡¿Dónde estás Vivi?! Pensamos que seríamos los últimos en llegar. Tu cogiste un avión antes. Estas en Milán desde esta mañana. ¿Cómo que aun no has llegado a casa de tu prima? ¿A sucedido algo? ¿Te encuentras bien?-papá dijo todo aquello sin darme tiempo siquiera a decir algo.
-¿Has terminado?
-¡Si! ¿Qué pasa?
-Estoy bien. Dile a Ira que enseguida llego. He tenido un imprevisto- su compromiso, pensé para mi- En media hora estoy ahí.
-De acuerdo.
Estaba claro que si no acudía, Ira se enfadaría conmigo y igualmente se comprometería, así que no me quedaba mas remedio que ir.
Pero, claro está con un as en la manga.
En cuanto llegué llamé al timbre. Sabía que quien abriría la puerta sería mi niña, y así fue. En cuanto me vio se le iluminó la cara. No le di tiempo ni de hablar. La agarré de la mano y tiré de ella.
-Vivi...¿Qué...?
-¡¿Vivi?! ¡¿Ira?!-la voz de Luca sonó tras nosotras.
Abrí la puerta del taxi y la empujé dentro.
-¿Qué haces Vivi?
-Lo que quiero, como siempre.
-¡Vivi! ¡¿Qué cojones haces?!-Luca corría hacia el taxi, pero me metí corriendo y indiqué al taxista que arrancase.
-Vivi, no, tengo que volver.-imploró.
-No.
-¡Vivi!
Pero no le hice caso. Fuimos hasta el hotel donde me hospedaba y subimos a mi habitación. Una vez allí, se sentó en la cama con semblante triste.
-Es mi compromiso Vivi...¿Por qué tienes que fastidiarlo? Sabes que es importante para mi... Sabes lo que siento por Luca...No es justo...Se que Luca no te “cae bien”...Pero es la mejor persona que he conocido nunca...
-No es que no me caiga bien...Yesi que es bueno...Que te quiere.... Es solo que no me gustará jamás nadie que esté contigo. ¿Sabes Ira? ¿Sabes lo que siento por ti? ¡Joder! ¡Yo te vi primera! Antes que el italianucho. Él ni siquiera había nacido. Siempre, desde pequeña he sabido que eras mía, mi Ira...Y que yo era tu Vivi...Pero...Ahora...¡Te prometes! Ahora serás la Ira de Luca... Serás Ira Ruggiero...Y tendrás hijos...Y..nada va a ser como antes. –me senté a su lado y me quedé mirando al suelo.
-¿Tienes miedo de que te deje de querer?-inquirió.
-No, tengo miedo que no tengas tiempo para quererme. –me sinceré.
Me abrazó y me besó la mejilla.
-Nunca va a pasar eso... Siempre sacaré tiempo para ello. Pero... Vivi... Somos ya mayorcitas... Tú tienes tu trabajo, que te encanta, que es tu vida, y yo tengo la mía...Junto a Luca... Pero vamos a seguir igual que siempre. Que me comprometa con él, que me case, no cambia nada. Vas a seguir formando parte de mi vida, vas a seguir siendo mi Vivi.
-¡Pero el compromiso es algo serio! Además... Tener pareja... Significa tantas cosas...Tantos cambios...Da tanto vértigo...
De repente sonrió.
-¿Quién es él?-inquirió.
-¿Cómo?
-Quien es. Dime.
-No se de que hablas....-mentí.
-Vivi, ahora lo he entendido. ¿Quién es?
-.......No es nada...O sea...Solo...Un amigo...Es...Un... Uno de mis compañeros en la compañía de baile...
-¡Estás enamorada!-gritó eufórica.
-¡No! No lo estoy.-dije la verdad, no lo estaba, por lo menos en aquel momento- Pero... Me cae muy bien...Y...Si, me gusta pero... Pero... Ira, desde Nix...No...No he vuelto a confiar en nadie...No puedo... Me da miedo...¿Sabes? Y... Varick....Varick...Él me ha ayudado mucho últimamente... Y es guapísimo.... Y parece buena persona...Pero...
-Vivi, Nix está muerto. Y... No conozco a ese chico pero puedes intentarlo. Dale una oportunidad. ¿No? No tiene por que ser el hombre de tu vida Vivi, pero, mereces probar.
Me sentía confusa. ¿Probar? .... Tenía miedo a ello...A que saliese mal.... A que me utilizasen de nuevo...A enamorarme de la persona equivocada otra vez. Primero Yu...Luego Nix... No, de nuevo no.
-Te prometo que esta vez no dejaré que te hagan daño. Te lo juro.-me apretó contra ella.
-....Luca me debe querer matar ahora mismo...-la apreté yo mucho mas- Y no solo él. Creo que todos los asistentes. Jajajajajaja.
-Si. Te haces querer.-dijo con ironía.
-Mientras me quieras tú.-rocé mi nariz contra la suya.
-Siempre te voy a querer.-sonrió dulcemente.
-¿Por los viejos tiempos?-pregunté sabiendo que me entendería.
-Por los viejos tiempos.-asintió.
Nos acercamos mas y nos dimos un pico.
-Te quiero Vivi.
-Y yo a ti tonta.
Cuando volvimos a la fiesta, efectivamente todo el mundo quería matarme. Pero al momento se les pasó a casi todos (menos a Luca) y se celebró el compromiso.
Durante la comida, me di cuenta que Yu miraba muchísimo a Sam, y a veces a Cris y su novio.
Cuando terminó la comida, me acerqué a él y este me pasó el brazo sobre el hombro.
-¿Qué te pasa con Sam? ¿No me digas que ahora te gusta la niña?-alcé las cejas- Por que te mato.
-Jajaja. No...No es eso.
-¿Entonces?
-Solo pienso en lo distinta que hubiese sido mi vida si...Si me hubiese quedado con Liese...La madre de Sam... Entonces ella sería mi hija...O si hubiese seguido con Cris...Yo... Estoy genial con Romeo...Pero... No se... Veo que todo el mundo tiene una familia...
-Tú también la tienes. ¿Soy tu niña no? A mi me gustan las cosas como están. Si no sería muy raro.-le di un beso en la cara- Y si Sam fuese tu hija, la odiaría.
-Jajajaja. Si, pobre Sam. Mejor dejar las cosas así.
-Si.
Era increíble ver como todo había cambiado tanto. A Yu lo seguía idolatrando pero...No estaba enamorada de él. Ya no. Lo quería con locura, pero no hasta ese punto.
Nix...A Nix lo había superado, pero no al miedo de que me hirieran de nuevo.
Ahora que todo me iba mas o menos bien... Aunque en cierto punto envidiaba a Ira. Ella estaba encaminando su vida...Tenía trabajo, prometido y casa...Y yoMi trabajo...Miedo a tener pareja y vivía con mis padres cuando estaba e Berlín, el resto del tiempo en hoteles...
Mi móvil comenzó a sonar.
-Disculpa.-dije a Yu alejándome-¿Si?
-¡Hola Vivi! ¿Cuándo vuelves? ¡Me acaba de llegar tu regalo! ¡Me encanta el móvil nuevo! ¡Es una pasada! ¡Cuando se lo enseñe a mis amigas van a alucinar! –era mi hermana Alysson.
-Jajajaja. Hola Aly. Vuelvo en tres días.
-¿A Berlín?
-Si. Tengo un par de semanas de vacaciones.
-¡Bien! ¡Guachiii! ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa y la de tus padres?
-Claro.
-¡Bien! Así te cuento una cosa. Hay dos chicos que están enamorados de mí, pero yo paso de ellos. Soy demasiado buena para esos dos.-comenzó.
Continuó parloteando sin parar y yo me moría de ternura. Me recordaba tanto a mi. Nunca había imaginado que querría tanto a mi hermana. La había conocido con siete años de retraso, pero estos últimos cuatro, habíamos aprovechado para conocernos a fondo, y yo para enseñarle y mimarla. Mis padres me decían que la mimaba demasiado, pero, no podía evitarlo. Ahora tenía once años y estaba echa toda una diva. Como yo a su edad.
Al fin llegó el día que volvía. Yu llevaba una de mis maletas, y papá otra. Pero cuando íbamos a salir del aeropuerto, le vi. Sentí una punzada en el corazón. ¿Era un dejabu?
Sentí ganas de salir corriendo. De ir hacia él. Pero esta vez no iba a cometer los mismos errores del pasado. Me paré y miré a mis padres.
-Tengo algo que hacer. Iré a casa para cenar.
-¿Es amigo tuyo?-inquirió Yu mirando hacia Varick, que estaba apoyado contra una de las columnas, con una camiseta negra de tirantes y unos pantalones tejanos.
-Si. –sonreí.
-¿Es del tipo de amigos que te quitas los tacones para correr hacia él y huir de nosotros?-se interesó.
Miré a Varick. Sus ojos grises me esperaban. Llevaba el pelo castaño claro, corto y tenía ese pose casual, despreocupado e interesante.
Estos dos últimos años me había ayudado...Nos habíamos divertido juntos... Y estaba mas que buenísimo... Y hacía una semana me había propuesto salir...Ser novios... Le pedí tiempo y no me había presionado. Me dijo que el día que volviese estaría en el aeropuerto esperándome, como un amigo... Que no le importaba si le rechazaba, que lo entendería y me seguiría queriendo como amiga...Pero... Al verle, al verle allí, sonriente, esperándome... A mi...Sin estar escondido, sin intentar presionarme... Simplemente me hizo darme cuenta de lo que yo quería.
-No, no necesito correr esta vez. Hasta la noche.-sonreí y me giré.
Caminé segura, tranquila, lenta. No necesitaba descalzarme, por que no tenía prisa. No huía de nadie. No huía con nadie. Por que había aprendido que en la vida las cosas se afrontan. Que por mucho que quieras huir, vuelven...Siempre vuelven...y mucho peores. Por que los fantasmas se hacen mas fuertes con el paso del tiempo.
Y cada uno de esos pasos firmes que daba, me convertían en una Vivi nueva y me alejaban de mi “yo” niña...Por que ya era hora de crecer...
Por fin. Por fin era Yulia Vivienne, por fin me sentía orgullosa de mi misma. Por fin comenzaba a encaminar mi vida hacía lo que sería mi futuro. O al menos un nuevo comienzo.
***FIN***